Free cookie consent management tool by TermsFeed

Economía Social

Occupation and social economy
Empleo

Economía social y oportunidad laboral: cooperativas que transforman el empleo

La economía social no es un eslogan: es una práctica que abre puertas. Cuando hablamos de las oportunidades laborales que genera la economía social, hablamos de cooperativas y empresas que convierten inclusión en empleo estable, mejoran la calidad del trabajo y sostienen territorios que parecían sin futuro. 

30 Septiembre 2025

Los casos concretos muestran por qué este modelo resiste mejor las crisis y por qué conviene escalarlo.

En el sector agroalimentario, La Fageda demuestra que competitividad y misión social no se excluyen: más de 400 puestos de trabajo para personas con discapacidad o en riesgo de exclusión y un volumen de ventas de yogures que la sitúa como referencia del sector. Un ejemplo de marca fuerte que, al mismo tiempo, ancla empleo digno y adaptado. 

En el ámbito multiservicios, ILUNION opera a gran escala con un modelo inclusivo: cerca de 37.900 trabajadores, de los que más de 15.300 (40,5 por ciento) son personas con discapacidad, con actividad en lavandería industrial, hoteles accesibles, contact centers y servicios tecnológicos. Es empleo estable y con adaptación real del puesto. 

Estos casos se sostienen en rasgos comunes: mayor estabilidad frente a la empresa mercantil y una brecha salarial de género mucho menor (en el sector social, alrededor del 3% frente al 26% en la economía tradicional). La economia social oportunidad laboral también se mide en calidad. 

Puentes al empleo ordinario: empresas de inserción

El itinerario importa tanto como el contrato. Las empresas de inserción combinan empleo remunerado con formación y acompañamiento para facilitar el salto al mercado ordinario. En 2021 emplearon en España a 8.384 personas, de las cuales un 58,9 por ciento eran trabajadores en inserción, y casi dos de cada tres que culminaron su proceso lograron después un empleo ordinario o emprendieron por su cuenta. Impacto medible, sostenido y replicable. 

La lógica es clara: cuando se prioriza el acompañamiento, crece la empleabilidad, baja la rotación y se reducen las brechas. De hecho, sin estas prácticas inclusivas se perderían miles de puestos de trabajo ocupados por personas con especiales dificultades de empleabilidad. 

Medio rural: emprendimiento con propósito que fija población

En el territorio, la economía social también actúa como dique contra la despoblación. La cooperativa Tararaina–EcoRadiz recupera el cultivo de regaliz en Pina del Ebro y organiza el trabajo con horarios autogestionados para facilitar la conciliación, generando empleo para mujeres y personas con discapacidad. Es economía real con arraigo local. 

En Carcaboso (Cáceres), la Escuela de la Tierra integra formación profesional en agroecología, vivienda y apoyo psicosocial para población migrante. El objetivo es claro: que los participantes se inserten después en explotaciones agrícolas de la zona. Desarrollo local, empleo y cohesión social en la misma ecuación. 

Estos ejemplos muestran cómo la economia social oportunidad laboral no se limita a las ciudades ni a nichos sectoriales: del agro a los servicios avanzados, del taller a la cadena hotelera, el modelo funciona cuando la persona está en el centro.

Cooperativas como La Fageda, grupos empresariales sociales y las empresas de inserción prueban que la economía social crea empleo más estable, reduce brechas y abre itinerarios de inclusión efectivos. Si además se arraiga en el territorio —como Tararaina–EcoRadiz o la Escuela de la Tierra— suma cohesión y frena la despoblación. Escalar estas prácticas no es solo una opción de política pública; es una apuesta segura por empleo de calidad con impacto social probado.

 

Noticias relacionadas

Conceptualización y diseño web: Factoría Prisma