Qué son las cooperativas sanitarias

Entre los diferentes tipos de empresas que forman parte de la economía social (aquella que prioriza los objetivos sociales y comunitarios sobre las ganancias), destacan las cooperativas. Estas entidades, basadas en principios y valores, funcionan democráticamente y reinvierten sus beneficios en la comunidad o en la propia organización.

Existen varios tipos de cooperativas, adaptadas a diferentes necesidades y sectores económicos. En el sector de la salud, las cooperativas sanitarias juegan un papel crucial, garantizando que más personas tengan acceso a servicios de salud de calidad, asequibles y gestionados de manera democrática.

¿Por qué son tan importantes las cooperativas sanitarias?

Las cooperativas sanitarias están comprometidas con la concepción social de la asistencia sanitaria. Se caracterizan por no hacer de la rentabilidad mercantil su razón de ser y por poner al paciente en el centro de sus actuaciones. Es decir, más allá de maximizar el beneficio económico, su objetivo es ofrecer los mejores servicios e impactar positivamente en la sociedad. Por todo esto, las cooperativas son esenciales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible especialmente el Objetivo 3.

Objetivo 3: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.

¿Qué hace diferente a una cooperativa sanitaria?

Estas organizaciones combinan calidad, cercanía y accesibilidad, siempre pensando en las personas antes que en las ganancias. Su principal característica es que la propiedad de la empresa es de los usuarios de los servicios y de los profesionales que los prestan. Algunos de sus beneficios son:

Ofrecen servicios de salud de la máxima calidad: Profesionales y usuarios, como propietarios de la cooperativa, buscan una mejora constante de los servicios.
Son sostenibles: La reinversión continua de los excedentes asegura la viabilidad y el futuro de la cooperativa.
Son cercanas: Se preocupan mucho por las personas, tanto pacientes como profesionales de la salud.
Responden rápido: Pueden adaptarse y resolver necesidades de forma ágil.
Atienden áreas olvidadas: Ofrecen servicios que otras empresas no dan porque no les resultan rentables.
Resisten bien las crisis: Son empresas flexibles que se adaptan con eficacia a nuevas circunstancias incluso en tiempos difíciles.

Las cooperativas sanitarias en el mundo

100 millones de hogares tienen acceso a servicios de salud a través de cooperativas sanitarias

2% de todas las cooperativas a nivel global

+3.000 cooperativas sanitarias en el mundo

El cooperativismo sanitario es una alternativa viable y efectiva para la provisión de servicios de salud, especialmente en contextos donde la accesibilidad y la equidad son desafíos importantes.

¿Todas las cooperativas sanitarias son iguales?

Tal y como explica la Internacional de Cooperativas de Salud (IHCO, por sus siglas en inglés) las cooperativas sanitarias se dividen en varios tipos según quiénes las forman.

Entre ellas encontramos las cooperativas de profesionales, compuestas por trabajadores sanitarios con el objetivo es mejorar las condiciones laborales; las cooperativas de productores, que agrupan farmacéuticos que colaboran para ser más competitivos; las cooperativas de usuarios, creadas por personas que necesitan atención médica y buscan acceso a servicios que de otro modo no podrían obtener; y las cooperativas multi-stakeholders, que reúnen a distintos grupos, como pacientes y profesionales, para tomar decisiones colectivas y mejorar los servicios de salud.

Además, dado que cada vez hay más actividades económicas relacionadas con el ámbito de la salud, las cooperativas sanitarias pueden actuar en diferentes sectores.