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Cooperativismo

Quebec and its social economy model
Cooperativas en el mundo

Quebec y su modelo de economía social: una apuesta de futuro

En la región canadiense del Quebec, la economía social genera impacto económico, cohesión territorial e innovación sostenible. Un modelo que combina inclusión, resiliencia y visión de futuro.

 

12 Agosto 2025

En Quebec, la economía social es más que un complemento del sistema económico tradicional; es un verdadero motor de desarrollo territorial, cohesión social e innovación sostenible. 

Con más de 11.000 empresas colectivas en funcionamiento, el modelo quebequense destaca por su institucionalización, su impacto transversal y su capacidad para responder a desafíos complejos con soluciones creativas y centradas en las personas.

Uno de los rasgos más distintivos del modelo de Quebec es su fuerte anclaje en el territorio. Más del 60% de las organizaciones de economía social están situadas fuera de los grandes centros urbanos, y esto no es casualidad. 

Estas empresas funcionan como tejido conectivo entre la economía y las comunidades locales, ofreciendo soluciones en sectores clave como la vivienda, la ayuda a domicilio, la cultura, el turismo o la alimentación. 

Esta dimensión territorial se apoya en una red descentralizada de polos regionales que ofrecen apoyo financiero, formación y herramientas adaptadas a cada realidad local.

Más empleo y calidad de vida

A nivel económico, la economía social representa aproximadamente el 8% del PNB de la provincia, genera más de 220.000 empleos y mueve casi 48 mil millones de dólares al año. Pero más allá de estas cifras, lo relevante es cómo lo hace: con una lógica de primacía del trabajo y las personas sobre el capital, con gobernanza democrática y una orientación constante al bien común.

Esto no solo crea empleo, sino que también mejora la calidad de vida, reduce desigualdades y optimiza el uso de recursos públicos.

De hecho, el impacto fiscal de muchas de estas iniciativas es sorprendente. Es el caso, por ejemplo, de los Centros de la Petite Enfance (CPE), que ofrecen servicios de guardería de calidad con retorno positivo para las arcas públicas. O de los proyectos de vivienda comunitaria, que permiten ahorrar en servicios sociales y sanitarios gracias a su enfoque inclusivo y preventivo.

Capacidad de innovación

Otro pilar del modelo es su capacidad de innovación. Desde redes de reciclaje hasta bancos de tiempo, pasando por fondos de inversión solidaria o mercados de productores locales, las organizaciones de economía social en Quebec actúan como verdaderos laboratorios de soluciones

Además, el sector se ha mostrado especialmente eficaz en términos de inclusión laboral. Dos tercios de su fuerza de trabajo son mujeres, y un tercio tiene 35 años o menos. Esto convierte a la economía social en una palanca para reducir las brechas de género y facilitar el acceso de los jóvenes al mercado laboral en condiciones dignas.

 

Más de 40 cooperativas

Actualmente, existen más de 40 cooperativas en 14 regiones de Quebec, con cientos de profesionales de la salud que gestionan un gran volumen de expedientes médicos. Un ejemplo destacado es la Coopérative Santé de Saint-Boniface, nacida de la voluntad ciudadana para asegurar la accesibilidad a la atención médica de primera línea. 

Esta cooperativa no solo ofrece servicios específicos a sus casi 5,000 miembros, sino que también proporciona todos los servicios cubiertos por la RAMQ a la ciudadanía en general.

 

Un modelo que no solo funciona: inspira

A nivel político, el apoyo del gobierno ha sido clave para consolidar este ecosistema. Desde la adopción de una ley específica en 2013 hasta la implementación del plan de acción 2020-2025, Quebec ha hecho de la economía social una prioridad estratégica. 

No obstante, también persisten algunos desafíos, como la necesidad de mantener definiciones amplias que no excluyan iniciativas más informales o comunitarias, y la importancia de asegurar un apoyo equitativo en todo el territorio.

En definitiva, el modelo quebequense de economía social no solo funciona: inspira. En un mundo en busca de modelos económicos más humanos, inclusivos y sostenibles, Quebec demuestra que es posible construir valor económico sin renunciar al impacto social. Y eso, más que una alternativa, es una apuesta de futuro.

 

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