Jóvenes y cooperativismo
Economía social, una palanca de cambio en el empleo juvenil
Las empresas de la economía social ofrecen mejores condiciones laborales a los jóvenes y fomentan su acceso al emprendimiento de forma colectiva
Reconocida desde 1980, la economía social impulsa el empleo, responde a retos sanitarios y se consolida como pieza clave en la transición hacia un modelo más justo y sostenible en Europa.
La economía social en Europa es un pilar de su crecimiento. Forma parte de la economía de la Unión Europea (UE) y ha ido escalando posiciones en las últimas décadas. En Europa existe un amplio abanico de organizaciones que se enmarcan en esta categoría, como las cooperativas, las mutualidades, las fundaciones o las asociaciones sin ánimo de lucro; todas aquellas que persiguen un objetivo social.
La economía social fue reconocida por el Parlamento Europeo en 1980 y, desde entonces, no ha dejado de crecer en la región. En la UE se estima que existen 2,8 millones de entidades de economía social, que dan empleo a unos 13,6 millones de personas. Sus actividades abarcan desde sindicatos, cultura y reciclaje hasta servicios sanitarios.
La economía social contribuye a la construcción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Entre muchos otros, puede ayudar a alcanzar los ODS relacionados con:
Existen hasta 250.000 cooperativas a lo largo de los países de la UE, propiedad de 163 millones de personas, lo que supone un tercio de la población de los 27 Estados miembros.
Los sectores económicos con mayor participación de la economía social en la UE son la agricultura, las finanzas, el comercio minorista (retail) y el sector sanitario. De hecho, España destaca como uno de los países con mayor peso de cooperativas en el ámbito de la salud, con un 21 % del negocio, junto a Bélgica, con un 18 %.
Desde la UE señalan que el aumento de cooperativas en el sector sanitario ha sido notable en las últimas décadas:
“Su crecimiento ha sido una reacción clara al aumento de la demanda de servicios de salud y a las crecientes dificultades de las autoridades públicas para financiar el gasto sanitario. Especialmente desde la crisis del Covid-19, ha habido una presión al alza sobre el gasto en salud en casi todos los Estados miembros”, alegan desde Bruselas.
Para el año 2030, la UE se ha propuesto fomentar un crecimiento inclusivo y sostenible, crear empleo estable y de calidad, y promover la innovación social. Con este fin, ha elaborado el Plan de Acción de la UE para la Economía Social (2021-2030), que busca impulsar un modelo económico basado en valores sociales.
Los pilares de este plan europeo son:
La economía social se ha consolidado como un motor de transformación en la Unión Europea, combinando innovación, solidaridad y sostenibilidad. Frente a los desafíos sociales, económicos y medioambientales actuales, este modelo demuestra que es posible generar valor económico sin renunciar al bienestar colectivo.
Con el respaldo institucional y el compromiso ciudadano, la economía social seguirá jugando un papel fundamental en la construcción de un futuro más inclusivo, resiliente y humano para Europa.