A medida que evoluciona la atención sanitaria, la salud comunitaria y preventiva va ganando más importancia, junto con modelos más participativos y sostenibles, ámbitos en los que las cooperativas tienen mucho que aportar.
¿Qué es la salud comunitaria y por qué importa la prevención?
La salud comunitaria es la expresión colectiva de la salud individual y grupal en un conjunto de población definida, determinada por la interacción entre las características individuales y familiares; el medio social, cultural y ambiental; así como los servicios de salud, los recursos comunitarios y la influencia de factores sociales, económicos, políticos y globales.
La orientación comunitaria de los servicios sanitarios plantea la corresponsabilidad por la salud de la comunidad con la que se trabaja. Se centra en la salud, y no en la enfermedad, teniendo en cuenta los contextos en los que las personas y las comunidades viven. Esta orientación es esencialmente participativa, cooperativa, interdisciplinar e intersectorial.
Fortalecer la salud preventiva y aumentar la seguridad sanitaria permitiría reducir costes, a la vez que aliviar la carga del sistema. En España, siete de cada diez euros del gasto sanitario se destinan a asistencia curativa, rehabilitación y cuidados de larga duración.
Las cooperativas como actores claves de la salud comunitaria
Las cooperativas de salud —organizaciones que prestan servicios sanitarios— son entidades sostenibles y cercanas, presentes tanto en la atención primaria y especializada como en los servicios sociosanitarios, la promoción de hábitos saludables y la prevención de enfermedades.
Más allá de maximizar el beneficio económico, su objetivo es ofrecer los mejores servicios e impactar positivamente en la sociedad. Por todo ello, las cooperativas son esenciales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el Objetivo 3: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”.
Estas cooperativas están centradas en las personas, no en el lucro, e invitan a la participación activa de socios y usuarios. Así, mantienen una mayor cercanía con el territorio, generando confianza y compromiso comunitario.
Las cooperativas sanitarias contribuyen a la prevención
Desde las cooperativas sanitarias se promueve un estilo de vida sano entre sus miembros, con acciones concretas como:
- Educación y sensibilización comunitaria: charlas, campañas de salud, talleres.
- Detección precoz y atención primaria accesible: cribados, programas de seguimiento.
- Promoción de estilos de vida saludables: nutrición, actividad física, salud mental.
- Apoyo psicosocial y acompañamiento: redes de apoyo para personas mayores, vulnerables o con enfermedades crónicas.