Las fundaciones, una herramienta para fortalecer las democracias

Las democracias llevan años en retroceso, según informes de organizaciones internacionales como Freedom House o Amnistía Internacional. Las asociaciones civiles, como las fundaciones, pueden jugar un papel clave para frenar el retroceso democrático en el mundo.

Las fundaciones son organizaciones privadas sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la persecución de fines de interés general. Un ejemplo destacado es la Fundació Espriu, una entidad sin ánimo de lucro que, desde su papel como fundación, impulsa modelos de atención sanitaria basados en principios cooperativos. 

Aunque promueve el cooperativismo, la estructura de Fundació Espriu es la de una fundación que canaliza recursos y conocimiento para fomentar una sanidad más participativa, equitativa y orientada al bien común. 

Cubrir necesidades desatendidas

Una de las principales formas en que una fundación puede frenar el autoritarismo es acudiendo a sus raíces. En muchos casos, las necesidades desatendidas pueden generar descontento que acabe, llevando a la ciudadanía a adoptar posiciones más extremas.

La fundación Philea ha publicado un informe sobre la situación de la democracia en Europa y el papel de las fundaciones, en el que se señala que ofrecer servicios imprescindibles para la población, como la salud, puede solucionar el auge del autoritarismo desde la raíz.

Además, pueden escuchar las demandas insatisfechas de la población y brindarles apoyo. Así, necesidades básicas como la sanidad y la vivienda asequibles han quedado desatendidas. 

Una de las conclusiones más importantes del informe es que las fundaciones, por sí solas, no pueden revertir el retroceso democrático, pero sí pueden catalizar el cambio. Es importante que la sociedad cuente con un rico ecosistema social dispuesto a fortalecer sus lazos y crear comunidad.

El impacto de las fundaciones

Las fundaciones pueden fortalecer la democracia desde distintos ámbitos: 

• Educación cívica: muchas fundaciones se dedican a promover la educación cívica, creando programas para informar a la ciudadanía sobre sus derechos, el funcionamiento de las instituciones y los valores democráticos.
• Defensa de los derechos humanos: fundaciones como Open Society Foundations o Fundación para la Libertad de Prensa financian proyectos que protegen derechos fundamentales, promueven la libertad de expresión o defienden a activistas en contextos represivos. 
• Transparencia y rendición de cuentas: algunas fundaciones apoyan iniciativa de vigilancia ciudadana y acceso a la información pública, que ayudan a prevenir la corrupción y exigir responsabilidades a los gobiernos. 
• Movilización y participación de ciudadanía: facilitan espacios para que colectivos sociales puedan organizarse, participar en debates públicos o desarrollar propuestas que fortalezcan el tejido democrático. 
• Apoyo a medios independientes: en contextos de censura o concentración mediática, ciertas fundaciones brindan financiación a medios de comunicación libres e independientes que cumplen un rol crítico en las democracias.